6 de agosto de 2007

“Nuestra pequeña burbuja de cristal”


Cubiertas como por un velo “mágico”,
Nos hallábamos las dos,
Fuera de todo tiempo,
De todo espacio.

Las ruedas giraban,
Y el tiempo corría allí afuera,
Pero nosotras permanecíamos ajenas a todo ese movimiento.
Cerca, muy cerca, unidas como dos siamesas,
Como guiadas por una fuerza electromagnética
Indescriptible e invisible,
Que nos trasladaba hacia otro lugar.

El fuego nos recorría lentamente,
Nos invadía,
Iba y venia, nos llamaba,
Jugaba con nosotras
Y nosotras con él.
Sin temor a quemarnos,
Sin temor a nada,
Con la mente simplemente en blanco.

Con nuestra cabeza en “standby”
Pero con nuestro cuerpo al acecho.
En dulce contradicción permanente,
Así estamos, así somos,
Y así disfrutamos cada momento,
Felices y libres,
En nuestra extraña e irresistible
“burbuja de cristal”.


1 comentarios:

Blogger Begonia Loverraine. ha dicho...

Siamesas. Las ruedas giran allá afuera. Contradicción dulce. Amarga. Como una puteada al teléfono. Un reto. Un ubicarte. Un ubicarme. Un intento. De espacio. De tiempo. De motivo. Un intento nomás. Una burbuja. Tirado por la borda cualquier intento. Un motivo en el borda. Ajenas a este mundo de principios. Y un fin. A este mundo con edades.
Tenías miedo porque había beso y no había miedo. Miedo a su ausencia. Miedo a sacarte el abrigo en este invierno. Estar descubierta. Golondrina llena de fuego. Serpiente en mi cuello. Tan cerca de mi cuello.
Con esa mano. Y yo tan quieta.

6 de agosto de 2007, 20:47  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio