25 de julio de 2007

DESPERTANDO...


Cuando uno es niño, es auténtico, es esencia pura pero con el transcurrir del tiempo esa esencia si no la cuidamos lamentablemente se desvanece. Especialmente esto sucede cuando uno se apega mucho a una determinada o determinadas personas. Cuando uno deja de ocuparse de sí mismo, por el afán desesperado (inconscientemente obvio) de satisfacer a la otra persona más que a uno mismo. Sé que esto sonará egoísta para algunos, pero no se trata de egoísmo sino de OCUPARSE DE UNO MISMO, DE RECONECTARSE,DE CONOCERSE EN TODOS LOS SENTIDOS A UNO MISMO. Ya que si uno por ejemplo no se entiende a sí mismo primero cómo se puede pretender que entienda o comprenda a otra persona. Si uno no se escucha a sí mismo, o si no se perdona primero, cómo se puede pretender que escuche a los demás o que perdone a los demás.
Primero debemos empezar POR NOSOTROS PARA LUEGO PREOCUPARNOS POR LOS DEMÁS

3 comentarios:

Blogger Dekkan ha dicho...

Conocerse a uno mismo es un camino muy difícil de recorrer.

Algo que descubrí: que uno es unos mismo y a la vez uno es uno con el mundo, con la sociedad y con las demás personas.
Es importante descubrir cuanto nos hace nuestro mundo y nuestra sociedad lo que somos, somos hijos de nuestra era, eso no podemos negarlo, sin embargo, la semilla de la revolución esta en nosotros. Siempre esta en nosotros romperlas cadenas y hacer lo que nadie hace o simplemente dejar de hacer “lo que hacen todos”.
A veces me pregunto cuanto de mi es de otros, del mundo, de la sociedad. Lo importante es ir hacia dentro de uno, redescubrirse y salir afuera, desde la base de seguridad que le da a uno el "ser si mismo".
Algo que me ha sucedido en este viaje fue cuestionarme todo mi ser, lo cual me dejo al borde mismo de la alineación. Sin querer me había vuelto enemigo de mi mismo. Por eso es importante el tema el perdón. Uno tiene que ver y comprender que lo que hizo o dejo de hacer fue solo eso, una acción en un momento y lugar irrepetibles, y perdonarse. Y así vivir en paz, con memoria de lo que paso, pero en paz con uno mismo.
Esta paz, se ira proyectando sobre los demás y veras que hasta el mas malvado, es digno de perdón e hizo lo que hizo, en general, por ignorancia.
Ignorancia que todos padecemos y todos debemos superar. Es la vía de la auto superación, de ver que es lo que es uno. Ver cuales son las características de uno mismo, que cosas vienen de nuestro interior, de nuestros padres y de la sociedad. Sabiendo esto, acá recomiendo hacer una lista, mental en mi caso para evitar que caiga en malas manos, y con esta lista, ver de cambiar ciertos ítems. Ítems que no nos gustan o que simplemente están ahí, porque la sociedad o nuestros padres los pusieron ahí. Y ver si vale la pena tenerlos o mejor probar de sacarlos.

Aclaro que algunos ítems son útiles “no metas los dedos en el enchufe” =)

Lo importante es ir perdonando el pasado y saltando a un futro glorioso.
Futuro donde la vida tendrá sus placeres y dolores, sin embargo, aprenderemos a vivirlos con plenitud. Plenitud a cada instante de la vida.

Lo bueno de conocerse a uno mismo, uno finalmente se hace 100% responsable de uno mismo. Ya desaparece el "lo hice porque no se", acá uno sabe lo que hace y eso le da otro color a la vida, ya que todos los días, la vida te da la opción de que una locura suceda, te abre esa puertita de la improbabilidad que te permite entrar a un nuevo mundo y a una nueva existencia.

El "lo hice porque quise" cobra un nuevo significado.

Bueno espero no haberte aburrido con mi post, es hiper largo.

besote
TQM

25 de julio de 2007, 15:24  
Blogger AVE FENIX ha dicho...

No para nada no me aburriste sino todo lo contrario, concuerdo totalmente con vos. Y la verdad que me alegró que me hayas escrito puse la página ayer (que es el primer blog que hago) y no creí que alguien me iba a escribir tan pronto.
Muchas gracias y besos. Y me alegro que te haya gustado o como digo yo mucho que te haya "despertado" algo lo que escribí.
Besotes.

25 de julio de 2007, 18:02  
Blogger Begonia Loverraine. ha dicho...

cuando una es niña cuando uno es niño el cuerpo te queda cerca, pisás un hormiguero, te raspás la rodilla, sentís que te quema deliciosamente el aire del secador de pelo en la espalda, te manchás al comer (hasta el pelo), te hacés pis encima y descubrís esa temperatura, te metés en la boca todo lo que no debe ir allí, trepás a los monumentos en una plaza, a las parecitas, a las rejas, a las sillas, a las mesas, jugás a esconderte, corrés, escapás, llorás sin verguenza y sin palabras, hacés puchero, tocás el puré con la mano y con todo el cuerpo, pedís upa, pedís besos, pedís que te bajen la manga porque te aprieta el brazo, descubrís el sonido del mar en un vaso de plástico vacío (pegado a tu oreja), gritás, saltás, te caés. Buscás tocar y que te toquen. Lo buscás. Te encantan todas las cosas asquerosas que ahora yo no quiero escribir en el blog de los recuerdos de xime, ni en otro lado porque los prejuicios y mi cuerpo se miran de reojo y aun no se terminan de animar.
Somos hijos de nosotros mismos. Y ahora no querríamos repetir con nuestros hijos lo que hicimos con nosotros. Este alejarnos del cuerpo, del placer del cuerpo, del placer de los cuerpos.

Ser auténtica hoy será: hacer una pausa, una PAUSA, tratar de frenar por milésimas de segundos la mente e ir hacia el cuerpo. Y en cada pausa acercarme más y más, hasta extenderme en tiempo y en espacio sobre mí misma, sobre mí. La que yo soy, amiga mía, no debe estar muy lejos de mi cuerpo, me lo dice cada mancha, cada línea, cada herida, cada beso. Vos tenés razón en que hay que redescubrirse. Poner el cuerpo en primer plano para no irte vacía. Sentir con todo el cuerpo, todo con el cuerpo, con todos los cuerpos, quién soy, quién sos, quiénes son, qué quiéro.

LLena de gracia. Bego.

27 de julio de 2007, 22:09  

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